Productos
Fungicidas
Los productos fungicidas clásicos son preventivos, es decir, controlan el hongo en el momento de la germinación de las esporas, antes de que el micelio penetre, no teniendo efecto en fases posteriores de desarrollo del hongo.
En los últimos años han aparecido una gran cantidad de fungicidas curativos contra varias enfermedades, que destruyen el micelio en los primeros estadios de desarrollo, poco después de la penetración del micelio.
Se aplican en forma de caldo, en pulverización foliar o en espolvoreo sobre las plantas. También se utilizan fungicidas para controlar hongos patógenos de suelo, para desinfección de semillas, bulbos y otos elementos para reproducción vegetativa, y para proteger las plántulas en el momento de la germinación.
Herbicidas
Por su selectividad pueden ser totales, que controlan todas las malas hierbas o selectivos, cuyo objetivo es eliminar las malas hierbas sin afectar el cultivo.
Según la superficie de suelo tratada, pueden ser de aplicación uniforme en zonas concretas (total o en bandas) o en aplicaciones dirigidas a rodales de malas hierbas.
Por el tipo de aplicación pueden ser de aplicación foliar, y entre ellos de contacto, que solo afectan las partes de las plantas que tocan o sistémicos, que son absorbidos por las plantas y ejercen su acción en órganos distantes del punto de contacto o de aplicación al suelo (residuales), que actúan sobre las raíces.
Tomando el estado del cultivo pueden ser: de presiembra o pretransplante, si se utilizan antes de establecer el cultivo (no deben tener efectos residuales sobre el cultivo posterior); de preemergencia, utilizados después de la siembra, pero antes de la germinación del cultivo (no deben afectar las semillas del cultivo ni afectar su germinación) o de postemergencia, usados después de la germinación del cultivo, que siempre deben ser selectivos para no afectar el cultivo.
Insecticidas
La morfología y fisiología de los insectos y los ácaros presentan diferencias importantes, y por ello los insecticidas no poseen acción acaricida, y viceversa, por esta razón hay que utilizar los productos adecuados en cada caso.
Algunos productos son efectivos contra un gran número de insectos o ácaros (polivalentes) y su uso provoca la destrucción indiscriminada de los insectos y/o ácaros del cultivo; el problema es que favorecen la aparición de parásitos muy fecundos que en condiciones normales están controlados por sus enemigos naturales.
Los productos más utilizados en la actualidad son los selectivos, que tienen un campo de acción muy limitado, controlando solamente un número reducido de parásitos, y respetando a su vez un gran número de enemigos naturales de otras plagas, evitando así su resurgencia
Productos Nutricionales
En estos casos hay que recurrir a la aplicación foliar del elemento en cuestión. La absorción de elementos por las hojas no es directa, por lo que se recomienda utilizar mojantes para facilitar la penetración en la planta. La absorción se realiza preferentemente a través de la cutícula, y generalmente es más elevada por la noche, por lo que es mejor realizar las aplicaciones por la tarde. Las pérdidas por goteo desde las hojas puede ser importante y la lluvia posterior al tratamiento (4-6 horas) prácticamente lava todos los nutrientes aplicados.
Hay que calcular correctamente la cantidad de producto aplicado, ya que la cantidad que se puede aportar es limitada, y su exceso produce siempre daños (quemaduras, círculos, etc) sobre hojas y frutos.